¿Te has llevado alguna vez un susto al ver tu factura de gas? Es una sensación común. Entender por qué el precio del gas natural sube y baja puede parecer complicado, ¡pero no tiene por qué serlo! En mi opinión, comprender estos factores es clave para que no te sientas a merced de tu factura y puedas tomar mejores decisiones para tu bolsillo. Aquí te lo explico de forma sencilla.
¿Qué mueve realmente el precio del gas natural?
Imagina el gas natural como cualquier materia prima que se compra y vende. Su precio en los mercados mayoristas, que luego repercute en tu tarifa, depende de varios factores:
- La ley de la oferta y la demanda: como en todo, si mucha gente necesita gas (por ejemplo, en un invierno muy frío) y no hay tanto disponible, el precio tiende a subir. Si la demanda baja, los precios suelen relajarse.
- La situación geopolítica mundial: los acontecimientos internacionales (conflictos, decisiones de países productores importantes) pueden generar incertidumbre y afectar al suministro y, por tanto, al precio del gas que llega a nuestras casas.
- Costes de transporte e infraestructura: llevar el gas desde donde se extrae hasta tu hogar implica una red de gasoductos, almacenamientos, etc., que tienen costes de inversión y mantenimiento. Estos se reflejan en el precio final.
- La relación con otras energías: a veces, el precio del gas está ligado al del petróleo. Si este sube, puede presionar al alza el precio del gas.
- El clima (más allá del invierno frío): no solo el frío aumenta la demanda. Olas de calor también pueden hacerlo si el gas se usa para generar electricidad para aires acondicionados.
- Decisiones políticas y regulatorias: las políticas energéticas, los impuestos o las subvenciones pueden influir en lo que pagamos. Si quieres saber más, consulta nuestro post sobre normativa y ayudas del gas natural.
¿Qué estás pagando exactamente en tu factura de gas?
Tu factura de gas puede parecer compleja, pero se compone principalmente de estos elementos que determinan el precio total:
- Término fijo (€/mes): es una cantidad fija que pagas cada mes solo por tener acceso al suministro, consumas o no. Cubre los costes de mantenimiento de la red por parte de la distribuidora.
- Término variable o de consumo (€/kWh): es el precio por cada kilovatio hora (kWh) de gas que realmente utilizas. Se multiplica por tu consumo y es la parte que más varía según tus hábitos. El precio del gas en el mercado influye directamente aquí.
- Impuestos: como el IVA y el Impuesto Especial sobre Hidrocarburos.
- Alquiler del contador: una pequeña cuota si el contador no es de tu propiedad.
Entender esto te ayuda a ver dónde se concentra el coste y dónde puedes actuar. Yo que tú, si tu consumo es bajo, me fijaría mucho en el término fijo. Si es alto, el precio del kWh será tu principal caballo de batalla. Puedes aprender a descifrar todos los detalles de tu factura de gas aquí.
¿Cómo puedes actuar ante la variabilidad del precio del gas?
Aunque no controlamos los mercados internacionales, sí podemos tomar decisiones inteligentes:
- Elige la tarifa adecuada a tu perfil: no todas las tarifas reaccionan igual a los cambios de precio. Una tarifa fija te protege de subidas (pero no te beneficia de bajadas), mientras que una variable te expone más pero puede ofrecer ahorros. Reflexiona sobre cómo elegir la mejor tarifa de gas para ti.
- Consume de forma eficiente: es lo más directo. Un buen aislamiento, termostatos programables, una caldera eficiente y bien mantenida, y un uso responsable del agua caliente reducirán tu consumo y, por tanto, el impacto de las subidas de precio.
- Revisa tu tarifa periódicamente: el mercado cambia. Lo que hoy es una buena tarifa, mañana puede no serlo. Mi consejo es que compares ofertas al menos una vez al año.
Si analizar todo esto te resulta complicado y prefieres una ayuda personalizada para encontrar la tarifa que mejor se adapta a ti sin perder horas, llama a nuestros expertos al 91 330 97 03 y resolveremos todas tus dudas.
Preguntas frecuentes sobre el precio del gas natural
¿Por qué el precio de mi tarifa de gas puede variar si mi consumo es similar?
▲Si tienes una tarifa variable o indexada, el término de consumo de tu tarifa está ligado a los precios del mercado mayorista del gas, que cambian constantemente por oferta, demanda y otros factores. Esas fluctuaciones se reflejan en tu factura.
¿Qué diferencia hay en el coste de una tarifa fija vs. una variable?
▼En una tarifa fija, el precio del kWh de gas es constante durante tu contrato, dándote estabilidad. En una variable, el precio del kWh cambia con el mercado: puedes ahorrar si baja, pero pagarás más si sube.
¿Cuánto influye mi consumo en el precio total de la factura?
▼Tu consumo de gas (kWh) influye directamente en el importe del término variable. Cuanto más consumas, más pagarás por esta parte. Por eso, con un consumo alto, es crucial elegir una tarifa con un precio por kWh competitivo.