Sentir que podrías estar pagando de más en tu factura de gas o que tu tarifa no es la ideal es frustrante, ¿verdad? Muchas veces, pequeños descuidos o no entender bien las ofertas nos llevan a cometer errores que afectan al bolsillo.
Pero ¡tranquilidad! En mi opinión, la mayoría tienen fácil solución si sabes dónde mirar. Aquí te cuento los fallos más frecuentes y cómo puedes esquivarlos.
Error 1: Fijarte solo en el precio del kWh e ignorar el fijo
Es muy tentador ir directo a un precio por kilovatio hora (kWh) súper bajo. Parece la oferta del siglo, ¿a que sí? El problema es que, a veces, ese kWh barato viene con un término fijo mensual muy alto. Si consumes poco gas (solo para cocina o agua caliente esporádica), ese fijo inflará tu factura más que un kWh un poco más caro pero con un fijo bajo.
Mi consejo es que siempre mires ambos precios y pienses en tu consumo real. Si es bajo, prioriza un fijo económico. Si es alto (mucha calefacción), entonces sí, el kWh es el rey.
Error 2: Caer en los “descuentos gancho” sin mirar la duración
Las promociones y descuentos son un gran atractivo, pero pueden ser un arma de doble filo. Un error común es no fijarse en que muchos son temporales (6 meses, 1 año) o se aplican solo a una parte de la factura. Cuando el descuento acaba, el precio puede dispararse y te quedas con una tarifa cara.
Yo que tú, siempre preguntaría: ¿cuánto dura el descuento?, ¿a qué se aplica?, y sobre todo, ¿cuál será el precio exacto cuando termine la promoción? Compara siempre el precio SIN el descuento para ver si la tarifa sigue siendo competitiva a largo plazo.
Error 3: Aceptar una permanencia sin valorarla bien
Muchas tarifas del mercado libre, especialmente las que ofrecen precios fijos atractivos, incluyen un compromiso de permanencia (normalmente 12 meses). El problema es que si necesitas irte antes (te mudas, encuentras algo mucho mejor), tendrás que pagar una penalización que puede anular el ahorro conseguido.
Antes de firmar, piensa si es probable que necesites cambiar en el próximo año. Si buscas libertad total, la Tarifa de Último Recurso (TUR) no tiene permanencia, o puedes buscar ofertas específicas sin ella en el mercado libre.
Error 4: No revisar tu tarifa periódicamente por “pereza”
Una vez contratas y todo va bien, es fácil olvidarse. Pero el mercado energético cambia, y la tarifa que era genial hace un año, hoy puede no serlo. Pueden haber surgido ofertas mejores o tus hábitos pueden haber variado.
A mi parecer, quedarse en una tarifa obsoleta por pereza es uno de los errores que más dinero cuesta. Intenta, al menos una vez al año o antes de que acabe tu contrato, dedicar un rato a revisar tu tarifa y compararla con lo que hay en el mercado. Puedes usar nuestra guía para elegir tarifa de gas para ayudarte.
Error 5: No entender bien tu factura de gas
Las facturas de energía pueden parecer un lío, y no entenderlas te impide detectar si te cobran bien o si hay cargos raros. Si no comprendes conceptos como término fijo, término de energía, impuestos o alquiler de contador, no podrás verificar nada.
Dedica un tiempo a entender cada apartado. Si algo no te cuadra, pregunta a tu comercializadora. Próximamente te daremos una guía detallada para descifrar tu factura de gas.
Error 6: Pagar por servicios adicionales que no necesitas
Algunas tarifas incluyen servicios de mantenimiento, asistencia u otros extras. Estos servicios tienen un coste que se suma a tu cuota. Si ya tienes un seguro de hogar que los cubre, o prefieres contratar un técnico por tu cuenta cuando haga falta, estarás pagando de más.
Evalúa bien si realmente te aportan valor esos servicios antes de contratar una tarifa que los incluya “de serie”.
Tomar el control es más fácil de lo que parece
Evitar estos errores no es tan complicado. Requiere un poco de atención, hacer las preguntas correctas y no precipitarse. Al estar alerta y tomar decisiones informadas, puedes asegurarte de que tu tarifa de gas trabaja para ti.
Preguntas frecuentes sobre errores con las tarifas de gas
¿Con qué frecuencia debo revisar mi tarifa de gas?
▲No se trata de cambiar por cambiar, sino de estar al tanto. Es recomendable revisar tu tarifa y compararla con el mercado al menos una vez al año, o cuando tu contrato esté por finalizar, para asegurar que sigues teniendo una opción competitiva.
Si contrato una tarifa con permanencia y quiero irme, ¿siempre pagaré penalización?
▼Generalmente sí. La penalización es la contrapartida por romper ese compromiso. Su importe debería estar claro en tu contrato. Solo en casos muy excepcionales (como un incumplimiento grave por parte de la compañía) podrías evitarla.
¿Cómo sé si un descuento en mi tarifa de gas es un "gancho" o una buena oferta?
▼La clave es la transparencia y el precio final después del descuento. Una buena oferta te explicará claramente cuánto dura el descuento y el precio que tendrás después. Si la información es confusa o el precio post-promoción es muy alto, desconfía, probablemente sea un gancho.