El gas natural es una energía popular para calefacción, agua caliente y cocina, pero no siempre está disponible o quizás buscas otras vías por eficiencia, sostenibilidad o coste. ¡No te preocupes! Existen varias alternativas energéticas para tu hogar. Aquí te presento las principales, con sus pros, contras y para qué suelen ir mejor.
Electricidad: la más versátil y limpia en casa
La electricidad llega a casi todas partes y sirve para todo: calefacción, agua caliente (ACS) y cocina. Es limpia en el punto de uso (sin humos en casa) y segura.
A considerar: el coste del kWh eléctrico puede ser alto para calefacción directa. Sistemas de alta demanda pueden necesitar más potencia contratada.
Ideal para: viviendas bien aisladas (sobre todo con aerotermia), segundas residencias con uso esporádico de radiadores, y cocinas de inducción. También si buscas electrificar tu consumo, ojalá con placas solares. Mi consejo es: si optas por calefacción eléctrica directa, asegúrate de tener un buen aislamiento para no disparar la factura.
Bomba de calor: eficiencia eléctrica al máximo
Estos sistemas (aerotermia del aire, geotermia de la tierra) son muy eficientes para calefacción, refrigeración y ACS, ya que extraen energía del ambiente.
A considerar: la inversión inicial es alta y necesitan espacio (unidad exterior, perforaciones). Rinden mejor con suelo radiante o fancoils.
Ideal para: obra nueva o reformas integrales, especialmente viviendas unifamiliares con espacio. Yo que tú, si buscas máxima eficiencia y confort integral, la bomba de calor es una opción top, especialmente si la combinas con electricidad de origen renovable.
Gasóleo C: una opción tradicional cada vez menos aconsejable
Usado para calefacción y ACS donde no hay gas natural, ofrece alto poder calorífico. Necesitas un depósito.
A considerar: es más contaminante que el gas, su precio es volátil y requiere más mantenimiento y espacio para el depósito. Además, el olor puede ser un inconveniente.
Ideal para: su uso se justifica cada vez menos. Quizás en zonas rurales muy aisladas sin otras opciones y donde la instalación ya exista. En mi opinión, si puedes, explora otras alternativas más eficientes y limpias.
Gases Licuados del Petróleo (GLP): butano y propano
Comunes donde no llega el gas natural. El butano (bombonas) sirve para cocina, ACS y estufas de consumo moderado. Es fácil de transportar. El propano tiene más poder calorífico, funciona bien con frío y ofrece más autonomía (bombonas grandes o depósitos).
A considerar (butano): autonomía limitada, no rinde bien con mucho frío.
A considerar (propano): coste por kWh suele ser mayor que el gas natural, requiere espacio para depósito (si no es canalizado).
Ideal para: el butano para segundas residencias o consumos puntuales. El propano para viviendas unifamiliares sin gas natural que necesitan más potencia para calefacción y ACS.
Biomasa (pellets, leña): calor renovable y tradicional
Popular para calefacción (estufas, calderas), algunas también para ACS. Es renovable si se gestiona sosteniblemente y su combustible suele ser competitivo en precio.
A considerar: requiere espacio de almacenamiento, alimentación manual o carga periódica, y más mantenimiento. Una mala combustión puede generar emisiones locales. La inversión inicial también es un factor.
Ideal para: viviendas unifamiliares, sobre todo en entornos rurales. Perfecta si valoras las renovables y no te importa una mayor implicación.
¿Cómo decidir qué alternativa es mejor para ti?
La elección dependerá de muchos factores: la disponibilidad en tu zona, el tipo de vivienda (tamaño, aislamiento), la inversión inicial que puedas asumir, los costes de funcionamiento, el confort que busques, tu conciencia medioambiental y el espacio disponible.
Mi recomendación es que analices bien tus necesidades, solicites varios presupuestos si vas a hacer una instalación nueva y compares los costes a largo plazo. Si tienes muchas dudas, consultar a un asesor energético puede ser una buena idea.
Preguntas frecuentes sobre alternativas al gas natural
¿Cuál es la alternativa más barata al gas natural para calefacción?
▲No hay una respuesta única, depende del precio de cada energía, la eficiencia del sistema y la inversión inicial. La aerotermia puede ser muy barata de operar a largo plazo pero cara de instalar. La biomasa (pellets) puede tener un coste de combustible bajo. Es crucial hacer un cálculo personalizado.
¿Son las alternativas eléctricas siempre más caras que el gas natural?
▼Para calefacción con radiadores eléctricos directos o termos, el coste operativo suele ser mayor. Sin embargo, con bombas de calor como la aerotermia, la alta eficiencia puede hacer que el coste operativo sea similar o incluso inferior al del gas, aunque la inversión inicial sea más alta.
¿Qué alternativa es la más ecológica?
▼Si tu electricidad es de origen renovable, los sistemas eléctricos eficientes (como la aerotermia) son muy ecológicos en su uso. La biomasa, si proviene de fuentes sostenibles y la combustión es buena, también es una opción renovable. El gas natural, aunque fósil, es menos contaminante que el gasóleo.